Controla las Urgencias
¿Sientes que nunca tienes suficiente tiempo en el día, que lo pasas apagando incendios, y te quedas con la sensación de no haber hecho nada importante?
Separa las actividades importantes -aquellas que te llevan a tus ojetivos- de las urgentes.
¿Has desarrollado o pensado alguna vez en desarrollar un sistema para gestionar tu tiempo?
Aquí te damos algunas pautas:
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Al final del día anterior, o cada mañana, organiza tu día y prioriza tus tareas.
- Reserva tiempo en el día, para que no te interrumpan, .y trabaja en lo importante. Por ejemplo, si decides invertir en tu formación, fija un día y hora específicos, antes de embarcarte, y cúmplelo, porque es muy fácil desearlo, pero si no lo programas, siempre encontrarás muchas justificaciones para no cumplir.
- Haz una sola cosa importante al día (aquello que te lleva a tu objetivo primario) y ya estarás avanzando.
- Siempre pon el verbo TERMINAR cuando anotes tus tareas importantes. Desglosa una tarea larga en tareas más pequeñas que puedas terminar en el día. Fija y cumple los plazos establecidos.
- Define un tiempo para revisar tus correos electrónicos. Así no estarás presionado para contestar o distraerte. No veas los correos hasta la tarde, porque son un detonante de la urgencia. Asigna hora y tiempo para contestar y decide sobre ellos.
- Haz que las reuniones tengan un principio y un FIN. Fija hora de inicio y de término, y que se tomen decisiones. Convoca las reuniones con pauta.
- No te sientas culpable de rechazar solicitudes de tu equipo. Organiza tu equipo y delega en él.
- Capacita y mantén la comunicación abierta con tu equipo. Si hay algo que no puedan hacer, revisa sus conocimientos y la calidad de tu comunicación, antes que saltar a realizar la tarea tú mismo.
- Mide bien la cantidad de tiempo necesaria para ejecutar las tareas, para así ser más eficiente en el futuro.
- No trabajes los fines de semana o después de llegar a casa.
- Haz un quiebre en el día, por ejemplo, a la hora de almuerzo, y detente cada hora para recuperar fuerzas.
Finalmente, no olvides que es imposible hacer todo, por lo que te conviene ser realista y asignar un tiempo a cada cosa, recordando que sólo el 20% de tus pensamientos, conversaciones y acciones producen el 80% de tus resultados.